Quien conoció a la "Sra. Chabe", entenderá el empuje tan fuerte que tuvo Everardo Curiel Rizo (su esposo), para poder lograr el nivel de éxito profesional. Y comprenderá que cuando se tiene un respaldo con liderazgo y CARACTER, tan importante y definitivo, se logran sortear barreras increíbles y obtener las metas propuestas.

"Chabe" desde que se decidió incursionar con su esposo Don Everardo, en el negocio del Servicio al Cliente, en el negocio de los alimentos, tomo la responsabilidad de buscar siempre el detalle, el ser diferente dentro del negocio del Pollo Rostizado. Hizo especial la Rosticería Rizo.

Incansable trabajando los 7 días de la semana (dejo de trabajar solo poco tiempo antes de su fallecimiento y solo por enfermedad), tenía tiempo para ordenar casa, educar y ENDEREZAR CON GRAN FIRMEZA a los hijos. Mujer de gran carácter y de grandiosa sensibilidad hacia afuera.  Muy detallista con sus amistades e igual con el cliente. Buscaba siempre algo mejor para la familia, las personas con las que trabajaba (fue como una madre firme y amable), sus clientes y comprometida en acciones de ayuda altruistas.

En la época difícil, donde la ley de los robos y "bajes" estudiantiles prevalecían, siempre defendió los negocios enfrentado a aquellos "pillos", hasta el punto de ser respetada por estos.  Fue Inteligente, negociante y firme con sus creencias.

Con gran idea de hacer siempre algo innovador y diferente, promovió la venta de "tacos tipo flauta" en la Rosticería Rizo.  Donde en ningún otro lugar se comía este tipo de alimento.  Se le ocurrió aderezar los tacos con; crema - salsa verde de tomate y queso rallado. Donde después y hasta la fecha, realmente es una gran tradición. Posteriormente ya en la Ciudad y otros negocios, la imitaron.

En las épocas y momentos más difíciles en los negocios, gracias a su gran sentido del humor, mantenía un equilibrio en el entorno.

Traviesa y bromista sembró en su familia y en las personas que la conocieron, un sentido de ánimo y positivismo ante la adversidad. Aún horas antes de su fallecimiento donde la enfermedad la mermó, hacía gala de su maravilloso buen sentido del humor.

Siempre, a pesar de cualquier dolor fue agradecida con Dios y con la vida.  Dejó marcados a los que vivimos junto a ella.

Con todo el amor.... Gracias a nombre de todos los que te recordamos y aprendimos de ti....